Por dónde empezar a leer la Biblia
Entonces, ¿estás listo para empezar a leer la Biblia pero te sientes un poco abrumado sobre por dónde empezar? No se preocupe, no está solo. En realidad, la Biblia es una gran compilación de libros. Para los que no la conocen, puede resultar confuso saber por dónde empezar. Pero no temas, estamos aquí para ayudarte.
Comienza tu viaje bíblico con nosotros. Te proporcionaremos algunos versículos y consejos para que tu experiencia de lectura sea agradable y significativa. ¡Comencemos!
I. Comenzar con la lectura de los Evangelios
Si eres nuevo en la Biblia, un buen punto de partida son los Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos libros narran la vida de Jesucristo, su ministerio, sus enseñanzas, sus milagros y sus increíbles actos de compasión y amor. Proporcionan una base sólida para conocer a Jesús y crecer más cerca de Él.
Luego subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el lago una furiosa tempestad, de modo que las olas barrían la barca. Pero Jesús dormía. Los discípulos fueron y le despertaron, diciendo: “¡Señor, sálvanos! Nos vamos a ahogar!”. Él les contestó: «Hombres de poca fe, ¿por qué tenéis tanto miedo?». Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y se calmó por completo. Los hombres se asombraron y preguntaron: “¿Qué clase de hombre es éste? Hasta los vientos y las olas le obedecen”. – Mateo 8:23-27
Llegó uno de los maestros de la ley y los oyó debatir. Notando que Jesús les había dado una buena respuesta, le preguntó: «De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?». “El más importante -respondió Jesús- es éste: ‘Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es uno. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.’ La segunda es ésta: Ama a tu prójimo como a ti mismo’. No hay mandamiento más importante que éstos”. – Marcos 12:28-31
También José subió de la ciudad de Nazaret, en Galilea, a Judea, a Belén, la ciudad de David, porque pertenecía a la casa y al linaje de David. Fue allí a empadronarse con María, que estaba prometida en matrimonio con él y esperaba un hijo. Mientras estaban allí, llegó el momento de dar a luz, y ella dio a luz a su primogénito, un hijo. Lo envolvió en paños y lo colocó en un pesebre, porque no había ninguna habitación disponible para ellos. – Lucas 2:4-7
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. – Juan 3:16
II. Explorar los Salmos en busca de inspiración
Para conectar con la Biblia a un nivel emocional, acuda al Libro de los Salmos. Es como un tesoro de sentidas oraciones, canciones y poesías que reflejan toda la gama de experiencias humanas. Tanto si sientes alegría, tristeza, gratitud o incluso frustración, los Salmos te ayudarán!
Versos recomendados:
- Salmo 23: «El Señor es mi pastor; nada me falta». Un reconfortante recordatorio de la presencia y la provisión de Dios.
III. Seguir un plan de lectura de la Biblia
Para que su lectura de la Biblia sea más estructurada, considere la posibilidad de seguir un plan de lectura. Estos planes dividen la Biblia en lecturas diarias manejables, lo que le permite cubrir toda la Biblia a lo largo del tiempo. Puedes encontrar varios planes en Internet o utilizar una aplicación bíblica que ofrezca planes de lectura integrados.
IV. Tómatelo con calma y reflexiona
Leer la Biblia no es una carrera; es un viaje. Así que tómate tu tiempo. Reflexiona sobre el texto, medita sobre su significado y deja que hable a tu corazón. Considera la posibilidad de anotar en un diario tus pensamientos, preguntas y reflexiones a lo largo del camino. Esta práctica profundizará tu comprensión y tu conexión personal con las Escrituras.
V. Buscar orientación y unirse a una comunidad
No tengas miedo de buscar orientación y puntos de vista en otras personas. Unirse a un grupo de estudio bíblico o comentar la lectura de la Biblia con otros creyentes puede mejorar tu comprensión y ofrecerte perspectivas valiosas. Participar en conversaciones significativas sobre la Biblia ampliará tu comprensión y enriquecerá tu fe.
Conclusión
Empezar a leer la Biblia puede parecer abrumador, pero recuerda que es una experiencia personal y transformadora. Empieza por los Evangelios y los Salmos, sumérgete en su sabiduría intemporal y deja que las palabras resuenen en tu corazón. Utiliza planes de lectura, tómate tu tiempo y busca el apoyo de una comunidad. Disfruta de la aventura de descubrir los tesoros de la Biblia y, lo que es más importante, deja que sus enseñanzas te inspiren para crecer en la fe, el amor y la compasión. ¡Feliz lectura!
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