De qué se trata

¿Qué hace falta para iniciar una relación con Dios? ¿Dedicarse a obras religiosas desinteresadas? ¿Convertirte en mejor persona para que Dios te acepte? Puede que te sorprenda que ninguna de esas cosas funcione. Pero Dios ha dejado muy claro en la Biblia cómo podemos conocerle. Estos principios le explicarán cómo puede comenzar personalmente una relación con Dios, ahora mismo, a través de Jesucristo.

Así como hay leyes físicas que gobiernan el universo físico, también hay leyes espirituales que gobiernan tu relación con Dios.

1. Dios te ama y te ofrece un plan maravilloso para tu vida.

El amor de Dios

«Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16 NVI).

El plan de Dios

Cristo hablando «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» para que sea plena y significativa (Juan 10:10).

¿Por qué la mayoría de la gente no experimenta la vida abundante?

Porque…

2. El hombre es pecador y está separado de Dios. Por lo tanto, no puede conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para su vida.

Hombre es pecador

«Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23).

El hombre fue creado para tener comunión con Dios; pero, debido a su obstinada voluntad propia, eligió seguir su propio camino independiente, y la comunión con Dios se rompió. Esta voluntad propia, caracterizada por una actitud de rebelión activa o de indiferencia pasiva, es evidencia de lo que la Biblia llama pecado.

Hombre está separado

«La paga del pecado es muerte» [separación espiritual de Dios] (Romanos 6:23).

Este diagrama ilustra que Dios es santo y el hombre es pecador. Un gran abismo separa a ambos. Las flechas ilustran que el hombre intenta continuamente llegar a Dios y a la vida abundante a través de sus propios esfuerzos, como tratar de llevar una buena vida, la filosofía o la religión, pero inevitablemente fracasa.

La tercera ley explica la única forma de salvar este abismo…

3. Jesucristo es la ÚNICA provisión de Dios para el pecado del hombre. A través de Él puedes conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para tu vida.

Murió en nuestro lugar

«Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8).

Resucitó de entre los muertos

“Cristo murió por nuestros pecados… Fue sepultado… Resucitó al tercer día, según las Escrituras… Se apareció a Pedro, luego a los doce. Después se apareció a más de 500…”. (1 Corintios 15:3-6).

Él es el único camino hacia Dios

«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6).

Este diagrama ilustra que Dios ha salvado el abismo que nos separa de Él al enviar a Su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en nuestro lugar para pagar la pena por nuestros pecados.

Sin embargo, no basta con conocer estas tres leyes…

4. Debemos recibir individualmente a Jesucristo como Salvador y Señor; entonces podremos conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para nuestras vidas.

Debemos recibir a Cristo

«A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios» (Juan 1:12).

Recibimos a Cristo por la fe

«Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios 2:8,9).
Cuando recibimos a Cristo, experimentamos un nuevo nacimiento
(Lea Juan 3:1-8)

Recibimos a Cristo por invitación personal

Cristo hablando «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él» (Apocalipsis 3:20).

Recibir a Cristo implica volverse a Dios desde uno mismo (arrepentimiento) y confiar en que Cristo vendrá a nuestras vidas para perdonar nuestros pecados y hacer de nosotros lo que Él quiere que seamos. No basta con estar de acuerdo intelectualmente en que Jesucristo es el Hijo de Dios y que murió en la cruz por nuestros pecados. Tampoco basta con tener una experiencia emocional. Se recibe a Jesucristo por la fe, como un acto de la voluntad.

Estos dos círculos representan dos tipos de vida:

¿Qué círculo describe mejor su vida?

¿Qué círculo le gustaría que representara su vida?

A continuación te explicamos cómo puedes recibir a Cristo:

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe a través de la oración

(Rezar es hablar con Dios)

Dios conoce tu corazón y no le preocupan tanto tus palabras como la actitud de tu corazón. La siguiente es una oración sugerida:

“Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Abro la puerta de mi vida y Te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme la vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Haz de mí la clase de persona que Tú quieres que sea”.

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón? Si es así, te invitamos a que reces esta oración ahora mismo y Cristo vendrá a tu vida, como Él prometió.